Parte de la gramática de la vida moderna es la frase: "lo importante no es el tiempo que estes con alguien, sino la calidad del tiempo que le dedicas", a partir de ahi se construye toda una agenda de visitas y encuentros fugaces con los familiares, los amigos e incluso con la persona que hemos elegido para compartir con intensidad infinita ese camino fínito que llamamos vida.
Así, la cuantía de minutos que otorgamos queda jerarquizada, estructurada, casi a un nivel infrahumano, nos presentamos a destellos, aparecemos y desaparecemos con gritos de felicidad "¡Hola!...¿cómo estás?" y poco despues de hecha la invitación al despliegue del otro desaparecemos con la misma espectacularidad, aunque con más celeridad de le que ya nos arrastraba 45 minutos atras. "tengo que irme me encantaría de verdad quedarme conversando , pero...." el "pero" lo llenan millones de razones reales o ficticias. Las razones lo explican todo, hasta lo inexplicable de este videoclip en que nos convertimos.
En contrapartida, le regalamos millones de instantes a las maquinas: la computadora, la televisión, el auto, y ese nuevo marcapaso llamado celular, y sus interminabless ajustes y puestas a punto, nos reclaman hasta el desajuste de nosotros mismos. "es que no entiendes que si no fuera por cuestiones tiempo estaría todo el día contigo", la culpa , la responsabilidad la tiene el tiempo, nunca nosotros meros juguetes.
El gobierno del tiempo, el reloj un despota poco ilustrado no lee ni escucha, avanza, siganme dice. Después de todo, perder a la pareja , ver como los amigos se alejan, vivir aisladamente tecnologizado, perder referencia del mundo en que vives, es un logro que has cultivado con asombroso exito, aunque le cedas los créditos a las agujas que corren. Las zapatillas de clavo las compraste tú y sólo tú apostando a ganador , pero curiosamente en esta carrera donde te enfrentas a ti mismo, siempre, siempre llegas segundo. Si segundo... pero segundo a segundo.
Así, la cuantía de minutos que otorgamos queda jerarquizada, estructurada, casi a un nivel infrahumano, nos presentamos a destellos, aparecemos y desaparecemos con gritos de felicidad "¡Hola!...¿cómo estás?" y poco despues de hecha la invitación al despliegue del otro desaparecemos con la misma espectacularidad, aunque con más celeridad de le que ya nos arrastraba 45 minutos atras. "tengo que irme me encantaría de verdad quedarme conversando , pero...." el "pero" lo llenan millones de razones reales o ficticias. Las razones lo explican todo, hasta lo inexplicable de este videoclip en que nos convertimos.
En contrapartida, le regalamos millones de instantes a las maquinas: la computadora, la televisión, el auto, y ese nuevo marcapaso llamado celular, y sus interminabless ajustes y puestas a punto, nos reclaman hasta el desajuste de nosotros mismos. "es que no entiendes que si no fuera por cuestiones tiempo estaría todo el día contigo", la culpa , la responsabilidad la tiene el tiempo, nunca nosotros meros juguetes.
El gobierno del tiempo, el reloj un despota poco ilustrado no lee ni escucha, avanza, siganme dice. Después de todo, perder a la pareja , ver como los amigos se alejan, vivir aisladamente tecnologizado, perder referencia del mundo en que vives, es un logro que has cultivado con asombroso exito, aunque le cedas los créditos a las agujas que corren. Las zapatillas de clavo las compraste tú y sólo tú apostando a ganador , pero curiosamente en esta carrera donde te enfrentas a ti mismo, siempre, siempre llegas segundo. Si segundo... pero segundo a segundo.